Poemas y prosas
Piedad Oh, dolor eterno que atormenta mi paso. ¿Qué más quieres de mi? No le he pedido nada a la vida y aun así me lo ha negado todo. Si mi muerte es bendita para aquellos que maldicen mi nombre no los juzgo (...) sin embargo mi dolor no acabará pronto, tanto sentir en tan corta vida me ha consumido, el cielo me ve y me da la espalda, el infierno me escupe. Mis ojos no son más que un reflejo de mi alma perdida, no hay más que mi dolor eterno —No hay lugar para mi en la muerte, ni en las llamas del abismo ni en el paraíso, mi espíritu, errante no hallará reposo. Mi condena será eterna —. (09/03/25)